Buscar placer, endorfinas o algo similar ?
Si encontráramos un Dead Ringer, no solo seríamos famosos por descubrir una obra imposible, diseñada por uno de los artistas generativos más icónicos del mundo NFT.
Además, quedaría desmontada toda la base criptográfica sobre la cual está soportada la blockchain de Ethereum y todas las demás que usan el mismo protocolo de seguridad SHA-256.
Con algo más de un trillón de dólares en valor circulando sobre esta red, sería algo así como una catástrofe financiera, algo que no deseamos que suceda, pero que intentar vulnerarlo ayuda a repensar la seguridad de la misma, más en tiempos de la computación cuántica.
Buscar estos Dead Ringers es una buena excusa para hablar de cómo se generan las wallets de Ethereum, y de la obra de Dimitri, de los NFT y de los mismos Dead Ringers, la cual consideramos una de las obras más importantes del cryptoarte (el arte que no hubiera podido darse sin las DLT), de modo que para nosotros tiene un valor educativo, para el público interesado en saber más de las posibilidades de esta tecnología.
Aunque no fuera la razón principal de su existencia, el True Love nos dio alegría desde el primer momento en una charla de tres amigos días antes de hacer un festival NFT en Mérida, Yucatán, y esto fue suficiente para que empezáramos a soñar con un algoritmo capaz de buscar las mencionadas wallets, y fue en ese momento donde el nombre True Love se nos vino a la mente, ya que es muy humano buscar cosas así, como el amor perfecto, tesoros bajo el mar y demás utopías tanto en la filosofía, lo social como en el día a día. Es la capacidad de perseguir cosas que no obedecen a la lógica ni a las posibilidades racionales donde los humanos tenemos un rol único en el universo conocido, es ahí donde creemos que True Love hace un homenaje a lo humano, a un aspecto bello de la condición humana, lo hacemos poniendo recursos en una búsqueda absolutamente perdida por diseño. Creemos que cuando los algoritmos y la AI, en su avanzada, cada vez van a ir ganando terreno en el campo del libre albedrío humano tomando mejores decisiones, demostradas por la estadística, en eso que Harari llama la irrelevancia, es ahí donde creo que los humanos siempre seremos relevantes, ya que seremos los únicos capaces de actuar en contra de las posibilidades, allí donde una máquina se paralizaría buscando la eficiencia, el humano se lanzará de cabeza.
Estoy seguro de que en un universo oscilante entre lo determinista y lo probabilístico, siempre habrá un lugar incalculable donde solo este espíritu osado, atrevido y absurdo de lo humano tenga cabida.